La presentación de Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre llenó el CAL de emociones en una charla donde los participantes hablaron de forma sincera sobre su hallazgo de la literatura y cómo vivieron el proceso de la escritura. Durante la presentación intervinieron tres de los autores de Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre.
Galería: Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre en el Centro Andaluz de las Letras
Fotografías de Isabella Martina
Coral Font habló desde la reflexión personal del proceso de escribir. Comenzó dando las gracias a una compañera de la Universidad de Psicología y gran amiga, porque había sido la instigadora de que comenzase a escribir. En palabras de Coral Font: yo creía que mi faceta artística podría desarrollarse a través de la pintura u otras formas de expresión manuales, nunca a través de la literatura, pero decidí que me dedicaría a aprender este oficio. Ahora me resulta increíble ver mi participación en Territorio Líquido. Relatos de la incertidumbre. Ahora estoy escribiendo una novela, y quiero transmitir la importancia del trabajo y de poner interés por aquello que se hace, ya que es posible con dedicación.
Eugenia Carrión añadió el toque entrañable al encuentro cuando se emocionó durante su intervención. Este es un extracto de sus palabras:
En primer lugar quiero dar las gracias a mi familia, amigos y, en general, a todos por haber venido, y felicitar a mis compañeros por los cuentos de Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre, y a Rafa Caumel, el artífice de este recién nacido. Digo recién nacido porque un libro es comparable a un bebé y supone un acto de cariño. Desde el momento en que concibes una idea y deseas plasmarla en un papel o en un ordenador, te encariñas con la historia y mientras se gesta, durante meses o incluso años, a todas horas piensas en esa criatura con ilusión.
También piensas a veces que quién me mandaría meterme en este lío con lo tranquila que podría estar, y te asalta la idea de dejarlo, pero cuando al fin lo tienes y ves la portada sientes que ha merecido la pena el esfuerzo.
Y al verlo lo que más te importa es su salud, si crecerá sano, si tendrá muchas lecturas. A un libro la salud se la da el lector; él es el agua, el líquido imprescindible para que crezca sano. Porque qué es un texto en un cajón: un documento a lo sumo, un territorio seco. Y deseamos que sobreviva más allá de nosotros, que no sufra percances, que sea eterno. Y me consta que Territorio líquido va por buen camino.
Mi relato, El secreto de mamá, lo dedico a la persona que más me ha enseñado en la vida y de quien he aprendido que por difícil que resulte el camino, hay que continuar adelante. Fue una gran mujer y una magnífica madre.
Territorio Líquido. Relatos de la incertidumbre nació y hoy celebramos su bautizo, ojalá que disfruten de su lectura.
Miguel Ángel Sicilia explicó con mucho humor que él sentía el orgullo de ser curioso: Llegué a la escritura por lo vivido y me quedé por lo inventado. La realidad no es suficiente; es mucho mejor reinventar lo vivido.
Sobre la evolución de su escritura, Miguel Ángel Sicilia comentó: Pronto comprendí que utilizaba un lenguaje muy arcaico y que la literatura que leía no iba a mejorarlo. Me descubrieron a autores que desconocía y comenzó mi diversión. Es verdad que siempre te surgen intentos de abandonar la escritura, ¡y a mi edad las críticas sientan fatal!, pero hay que continuar y yo fui capaz de hacerlo hasta el final. Esta aventura de Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre con la que veo publicados mis relatos ha sido un premio añadido.
Por último, Rafael Caumel señaló que Territorio líquido. Relatos de la incertidumbre no es un producto comercial y por eso invitó a quienes tuviesen ejemplares a hacerlos circular para que esta recopilación de cuentos y microrrelatos llegue a más personas, porque un escritor lo que quiere es ser leído.
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